Escazú en la voz de las mujeres defensoras de la tierra y el territorio
Una de las prioridades de la Plataforma de Defensoras y Defensores de la Tierra y el Territorio es facilitar e impulsar la participación de quienes luchan en los territorios contra los proyectos extractivistas que atentan contra el medio ambiente y ponen en riesgo a comunidades campesinas, indígenas, afrodescendientes y urbano marginales.
Es por eso que, como Plataforma participamos en la COP2 (Buenos Aires) dando inicio a nuestra estrategia de incidencia alrededor del mecanismo del Acuerdo de Escazú, y para la COP3 (Santiago) privilegiamos la participación de mujeres defensoras que estuvieron en el Segundo Foro Anual sobre Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos en Asuntos Ambientales de América Latina y el Caribe, organizado por la Cepal, en Panamá, con el fin de consolidar tanto su apropiación como su participación en acciones de incidencia regional respecto al Acuerdo de Escazú.
Aquí compartimos las voces de ellas: mujeres líderes, defensoras del medio ambiente, la tierra y el territorio. Sus reflexiones, aprendizajes y análisis sobre el Acuerdo de Escazú y el Plan de Acción Regional marcan un derrotero de la ruta que hay que seguir para avanzar en el propósito de lograr el pleno respeto, protección y garantía de los derechos civiles y políticos de las personas defensoras de la tierra y el fin de la impunidad de los crímenes contra ellas.
¿Qué significó esta participación tanto en la PreCOP como en la COP3?
Para Pamela Benicio, de la Red Chacha Warmi, de Argentina, participar en la PreCOP y en la COP fue una experiencia de mucho aprendizaje, pues no solo le permitió representar a la Red y dar voz a las demandas de su comunidad “Ayllu Abralaite”, sino que le dio la oportunidad de visibilizar y realizar aportes a la discusión regional sobre la situación de los pueblos indígenas, defensores del territorio ancestral, ante las problemáticas ambientales que ocurren en la provincia de Jujuy, relacionados a la vulneración de derechos y la extracción de litio.
También estar presente en ambos espacios internacionales me dio acceso a información actualizada del Acuerdo y la oportunidad de crear vínculos con otras organizaciones de hermanas indígenas defensoras del ambiente e intercambiar experiencias de trabajo.
En este mismo sentido, Magany Belalcazar, de la Plataforma de Incidencia Política de Mujeres Rurales Colombianas –Defensora de la amazonía, señaló que para ella como mujer de base la participación en estos espacios le permitió conocer y compartir con otras defensoras y defensores de la región que viven situaciones similares.
Las hermanas Mapuche, hermanas mexicanas, peruanas, bolivianas, ecuatorianas, chilenas, argentinas, paraguayas, brasileras, colombianas, entre otras, vimos más ampliamente lo complejo que es el contexto de la región para las Mujeres defensoras de los derechos ambientales.
Para ella la aprobación del Plan de Acción de Escazú es uno de los mejores y los mayores avances logrados en Chile, pues esta adopción del Plan transmite un mensaje político de urgencia para revertir las afectaciones directas a defensores y defensoras. Es muy importante resaltar que este Plan incorpora medidas relacionadas con el derecho a la información, a la participación y la inclusión de comunidades indígenas, al acceso a la justicia, la protección y los derechos ambientales.
En términos generales creo que se logran incluir asuntos importantes, pero falta mucho aún (…) Falta tener en cuenta la inclusión y participación efectiva de la diversidad de Mujeres defensoras campesinas, rurales, indígenas, afros, jóvenes, en condición de discapacidad, entre muchas otras. Este sigue siendo un espacio machista y patriarcal al que le falta una mirada más amplia para entender quiénes mayormente defienden los derechos ambientales y la protección al ambiente al territorio. En la Amazonía, por ejemplo, somos las Mujeres.
¿Cuáles son las principales conclusiones para ustedes como defensoras de la tierra y el territorio?
Para Claudelice Santos, del Instituto Ze Claudio e Maria/ Escazú Ahora, de Brasil, asistir a estos eventos generó varias reflexiones, una de ellas tiene que ver con la necesidad de sugerir a la ONU, en este caso a la CEPAL, cómo generar escenarios que promuevan una verdadera participación popular. Por otro lado, evidenció que Brasil tiene un largo camino por recorrer para garantizar la protección y los derechos de quienes defienden el medio ambiente, la tierra y el territorio.
Nuestra organización regresó con la certeza de que hay mucho por lo que tenemos que luchar hasta la ratificación del Acuerdo. Tenemos mucho que aprender de nuestras hermanas de otros raíces de nuestra inmensa América Latina y el Caribe para que podamos alcanzar la ratificación y, más aún, la implementación de esta herramienta en nuestro país.
Por su parte, Magany Belalcazar, señaló que más allá de la aprobación del Plan de Acción Regional lo que identificó como conclusión fue que sigue siendo escasa la participación real y efectiva de las voces y la mirada de las mujeres en estos espacios y que se desconoce el contexto y la realidad de las defensoras.
A esto se suman las reflexiones de Pamela Benicio quien manifiesta que si bien para la Red Chacha Warmi la ratificación del Estado argentino al Acuerdo de Escazú significa un logro para la región porque el Acuerdo es un instrumento que protege y respalda a las y los defensores ambientales, al observar y escuchar las demandas de otras comunidades indígenas de diversas regiones quedaron en evidencia las desigualdades y barreras históricas que estas enfrentan.
Por eso consideramos necesario que se consolide un mecanismo de participación que garantice nuestra participación de forma efectiva y directa en el diseño, ejecución y evaluación de las actividades planteadas para la implementación y sobre todo en las instancias de negociación del Acuerdo.
A esto, Pamela añade la necesidad imperante de financiación de los Estados parte para favorecer la divulgación del Acuerdo de Escazú e incrementar esfuerzos en la formación a autoridades gubernamentales locales y pueblos indígenas sobre su contenido.
La información debe contextualizarse a las diferentes realidades de cada pueblo o región del país para fortalecer y empoderar a los y las defensores ambientales.
¿Qué viene ahora luego de la aprobación del Plan de Acción Escazú?
Magany Belalcazar manifiesta que para los Estados viene el compromiso con la implementación del Acuerdo, por lo que se hizo un llamado a Colombia y a los otros países para ratificar e integrar Escazú con acciones reales.
Contar con la voluntad política es clave para reverdecer la vida, florecer la esperanza y abonar la confianza de qué este Plan no queda en el papel, sino que por el contrario servirá de insumo permanente y como herramienta para trabajar en la implantación nacional y territorial del Acuerdo.
Como integrante de una comunidad indígena, Pamela señala que las decisiones y acciones son colectivas, por lo que el Acuerdo no debería tener solo un enfoque individual sino un enfoque colectivo e intercultural para que sea totalmente efectivo y acorde con los derechos colectivos de los pueblos indígenas.
Velaremos para conseguir un Plan de Acción con perspectiva de género y etnicidad o bien la
incorporación de un Plan de género que reduzca las desigualdades con una mirada interseccional y con equidad intergeneracional. Mismo para la planificación y construcción de la COP de Escazú atendiendo a la realidad y demandas específicas de las mujeres indígenas con representatividad indígena.
Por su parte, Claudelice reconoce que tras esta aprobación seguirá de cerca a los países que ya están en un proceso más avanzado que Brasil para aprender e impulsar la ratificación por parte de su país.
Estoy conectada con mis hermanos latinos, luchando por nuestro Buen Vivir, caminando día tras día hacia la justicia y la dignidad.
Un mensaje para otras defensoras de la tierra y el territorio
BRASIL
Que nunca perdamos la esperanza de que algún día nosotros o nuestros seres queridos tengamos lo que tantos anhelamos, una madre tierra, libre de violencia, veneno y explotación, para que nuestros hijos puedan tener un futuro promisorio y ancestral. Seguimos esperando un tiempo de paz.
Claudelice Santos, Brasil
COLOMBIA
Debemos juntarnos para lograr mayor incidencia (…) para avanzar con una mirada crítica, política, argumentativa frente a lo que hacemos en los diferentes territorios donde defendemos nuestros derechos a la casa grande, al techo mayor, a la fuente de vida que es el agua, la cobija perfecta que es la amazonia: colcha de sueños, biodiversidad; abrazo que se enlaza con los ríos y las semilla que brotan entre los árboles (…) Juntarnos nos hace más poderosas, arroparnos con la fuerza que tenemos como defensoras, como Mujeres, y comunicar más lo que sabemos, compartir más lo que tenemos y recibir más de lo que merecemos.
Magany Belalcázar, Colombia
ARGENTINA
Como defensoras del territorio y de los seres que habitan en él, somos la fuerza
Pamela Benicio, Argentina
ancestral que construye un futuro de dignidad, respeto y justicia para las naciones
indígenas del Abya Yala. Nuestra existencia, nuestra voz es nuestra fuerza. Sigamos
luchando para el empoderamiento, la autodeterminación y el respeto de nuestros territorios. ¡Jallalla hermanas!