Nuestro propósito es lograr el pleno respeto, protección y garantía de los derechos civiles y políticos de las personas defensoras de la tierra y el fin de la impunidad de los crímenes contra ellas.
Buscamos que las personas defensoras de la tierra puedan realizar su labor en un marco de pleno respeto y garantía de sus libertades personales, con mecanismos de protección estatal con respuesta inmediata y oportuna y un sistema de justicia que responda de manera eficaz ante los crímenes que se comenten contra ellas.